1.29.2011

CONVOCATORIA: HOMENAJE A REINALDO ARENAS, MIFLC 2011

Destacados académicos y artistas revisarán la obra y herencia del escritor latinoamericano Reinaldo Arenas.



El próximo encuentro de la MIFLC (Mountain Interstate Foreign Language Conference) organiza un Homenaje a Reinaldo Arenas, con motivo de haberse cumplido tres décadas del éxodo de El Mariel (1980-2010). El homenaje se realizará en el mes de octubre del 2011, en la Universidad de Auburn (Auburn U), Alabama.

Reinaldo Arenas (Oriente, Cuba, 1943-Nueva York, 1990). Conocido por una escritura postmoderna y/o neo-barroca, Arenas es, posiblemente, el escritor cubano de mayor lucidez, sentido del humor y posicionalidad exílica. Crítico e irreverente, su literatura estudia del pasado al presente las sociedades cubanas y latinoamericanas, mientras expone un cuerpo homo-erótico marginal y rompe tabúes sociales. Este homenaje plantea lecturas sobre la obra de Reinaldo Arenas, bien sobre autores que se vinculan con su trabajo artístico, bien sobre el neobarroco y el postmodernismo, bien sobre ese momento histórico y exílico conocido como El Mariel y su impacto después de sus 30 años, entre otros temas que su obra y figura provocan. Como parte de este homenaje areniano, animamos también a poetas y artistas a participar en recitales de poesía o exhibiciones de pinturas, dibujos y fotografías.

Todas las propuestas de ponencias, mesas redondas, recitales de poesía y exhibiciones visuales se estarán recibiendo hasta el 25 de abril del 2011. Las propuestas (o abstracts) deben contar con un mínimo de 250 palabras y un máximo de 300, escritas a doble espacio. Toda ponencia debe venir acompañada por la planilla de matrícula e incluir su nombre, afiliación, dirección permanente, y ser enviadas por correo electrónico (cmartin115@radford.edu) o correo regular a Rita Martin, Department of Foreign Languages, Radford U, Radford, Va 24142. Cada ponente tendrá un tiempo de 20 minutos de exposición. Estos textos, después de haber sido debidamente revisados de acuerdo con las normas de la MLA 2008, pueden ser enviados a la MIFLC Review para ser debidamente evaluados para su publicación por miembros del Comité Editorial. No se publicarán trabajos escritos únicamente para presentaciones orales.

El tiempo de lectura de los poetas varía en tanto los grupos de recitales que se logren conformar. Y la duración de las exhibiciones visuales (15 días, un mes, dos meses) depende en mucho de otros planes y eventos del propio artista y de la universidad que hospeda la conferencia este año.

Para obtener más información pueden visitar la página del MIFLC (http://miflc.org/), o contactarme directamente por e-mail a Rita Martin: cmartin115@radford.edu o rimartin94@gmail.com.

Organizadores
Dr. Rita Martin, Radford U
Dr. Angela Willis, Davidson College

1.27.2011

MABEL CUESTA: INSCRITA BAJO SOSPECHA II

Del libro recién publicado Inscrita bajo sospecha (Ediciones Betania, 2010). Compra disponible en Amazon

Para Adriana Novoa

O sospechosa de serlo, en una naturaleza que siempre queda definida por la boca de la multitud. Así comienzo a amar a Luz. Bien sé la inexistencia del ferry Tampa-La Habana y la anchura del túnel que separa a New Jersey de New York. Sé medir todas las distancias. New York, New York, palabras con que se confunde ahora a la sospecha. Cerca, lejos; querría entender estos trayectos, estas maneras de medir el espacio con que la mano de Luz colorea mi vientre. Quisiera explicar qué ha sucedido, en qué momento, cuál fue el origen del desorden.

Me inscribo bajo sospecha.

Soy la llegada desde un mar desconocido y ningún atravesamiento anterior puede cubrir la falta, este saberme culpable de antemano. He llorado con quienes me juzgaron, lloro por ellos y por mí que no consigo explicar en qué momento se revolucionó el espacio. Yo era dulce y ordenada, creía tener días infinitos, una gloria soñada por los que escriben ahora New York con letra sospechosa.

Mi madre me ha soñado alguna vez descruzando las aguas. Mi madre sabe que si digo New York lo haré con inocencia: pero los otros no. A los otros les fascina estar alertas, cuidando mi alma no vaya a ser mordida por los perros.

Nadie sabe en qué momento ocurrió la mutación. Tampoco lo he sabido. Me complazco en parecer distinta. Alguien dice, te han cambiado los ojos, ahora llevas en ellos la luz de un neón que no conoces. Yo permanezco en silencio mientras rueda el insulto por el aire. Sé a cuáles imágenes me aferro, sé qué palabra exacta ha dicho Luz para que me quede junto a ella. Sé cómo gemimos sin que nadie escuchara el llanto que trajo al placer o fue al revés, no lo recuerdo. Ahora me absorbe la contemplación de mi propia imagen tambaleante, sospechosa de serlo, perdurable.

Tengo días contados, como la lluvia ácida que nos llevará a otro momento del tiempo. Casi he deseado leer la Biblia atentamente. Casi he deseado explicar cada derrame en la boca del oráculo. Insisto en leer bajo sospecha toda señal que se avecina, todo letrero. Está escrito sólo para mí, insisto.

Estoy al otro lado de la luz.

Tenemos hecha una colección de piedras fusiformes… unas hojas de otoño para cobijamos de cada mirada que habla con cinismo: New York, New York; ya no es Ella Fitzgerald, sino yo. New York que ha dejado de ser la melodía acariciada en el tocadiscos para convertirse en los ojos de esta mujer a quien he comenzado a amar de modo tan rotundo. Ya no me xplico cómo pude ser antes del beso, de la caricia en la puerta donde casi cae desmayada. Tengo el mismo cuerpo dispuesto a las hazañas; pero no hay guerra que me sujete. Sólo hay palabras soltadas en el aire. Sólo la ciudad presa entre ríos, como esta en la que estoy sin que a nadie parezca sospechoso.

La luz lo cambia todo, la ceguera al creer que he traspasado el orden y llenado mi cuerpo de olores extranjeros. Nadie ve cómo traigo la isla en la mirada, cómo la ofrezco a riesgo de perder todos los brillos, cómo no me deshago del dolor que provoca su pura inexistencia. Entrampada quedo, soy de algunos verbos. Algunas voces desde donde hablo a mi imagen destruida en sus palabras. Me obsesiona casi todo ojo que intente calificar la esencia en que dibujo a mi deseo.

Inscrita bajo sospecha me detengo a mirar los rascacielos y poso mi mano en la de Luz, susurro con fatiga que alguna vez contemplaremos esta altura desde el aire. Besamos la piedra que llevo en los bolsillos. Cruzamos la avenida. Se hunde alguna isla mientras canto.

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MABEL CUESTA (Matanzas, Cuba, 1976). Narradora, ensayista y crítica. Es graduada de Licenciatura en Letras Hispánicas por la Universidad de a Habana, 1999. En la actualidad finaliza sus estudios de doctorado en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, CUNY. Se desempeña como profesora de Lengua y Literatura Hispanoamericana en Baruch College, CUNY y en el Barnard College, Universidad de Columbia.
Ha publicado los libros de cuentos: Confesiones on line (Aldabón, 2003) y Cuaderno de la fiancée (Ediciones Vigía, 2005) e Inscrita  bajo sospecha, una entrega acabada de imprimir a fines del 2010 y disponible ya para su compra en este 2011. Cuentos suyos aparecen publicados en diferentes antologías y sus trabajos de crítica pueden leerse en publicaciones especializadas dentro y fuera de Cuba.
Para leer el comentario de Olga Connor,
Para descargar el Catálogo de la Editorial Betania pica en Catálogo

1.26.2011

RICARDO RIVERÓN ROJAS: TRES POEMAS

Del poemario inédito
ES LA VIDA, QUE VUELVE

LOS PÁJAROS SON MÁS CHIQUITOS, Y VAN AL RÍO
La sed parece una invención del agua.
En pos de reinventarnos la memoria,
agoniza la palabra «fin», y alguien sentencia:
—El tiempo no se gasta: vuelve.
En el lago la luna, holograma del sol,
desmenuzada se refracta y, finalmente,
la asumimos: engendro de la sed.
Tu frase portaba trascendencia, madre.
Pero yo lo ignoraba.
Los pájaros volaban hacia el río
en busca de saciar la sequedad del alma,
mas yo me solazaba con ensoñaciones.
Ahora me diluyo en tu bondad,
pero no sé volar. Y el río queda lejos.
—Devuélveme, memoria, la imagen de mi madre
(azul bajo la noche o blanca frente al día)
con todo lo que hizo, en vano,
por calmarme la sed
hasta que el río fluyera por mi sangre,
como la luna rota.


SUPOSICIÓN
Quisiera pensar que todos se inclinan sobre la acequia
buscando la imagen que estamparon al saciar la vieja sed,
quizás no tan urgente, pero sí más profunda.


DISQUISICIONES EN TORNO A MI ALMA
Tuve un alma y no era esta,
ni aun se parecía a mis fantasmas:
un alma para aliarme a lo imposible,
aunque siempre a la zaga del más listo.
Andábamos —mi alma y yo—
en relecturas de las tardes:
la luz tras un color que no fue solo
permanencia de la furia solar, sino también
escándalo espumoso en el crepúsculo.
Tuve un alma, y no en la magnitud correcta,
pues nutría de eufemismos su persona:
espejo de lo ido, templo del Señor…
Un alma es mucho más que la tontera con que arriamos
la mañana hacia la noche, el pasado hacia lo actual,
los ojos hasta ver qué magia se nos fuga
adonde nunca buscaremos
con tanta densidad de incertidumbres.
Me estudio, de arriba a todas partes. Y tiemblo
cuando el águila dibuja caligramas sobre el azul de fondo.
Mi alma se expresa en cualquier sitio siempre que la certeza
de correr a contrapelo de los ríos no la exonere,
por la destrucción de lo aprendido no sé con quién,
ni desde cuándo.
Las culpas de mi alma serían:
acomodarse como un alba existencial, sobre un colchón
de hojas maceradas por la sed de otros árboles;
coexistir con mi persona en el común anhelo
de no complementarnos, y vagar como si nada tuviera
gravedad suficiente para domesticar sus corduras.
Replegada en tales inconsecuencias
mi alma vive condenada por sí misma.
Y deberá pagar por lo que le usurpamos a la melancolía
sin exigir tolerancia por los sordos desconchados en la historia.
También le tocará sentir en carne propia cualquier desolación
y lanzarse al vacío desde el alto horizonte para purificar
las mínimas certezas que nutren su delirio.


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RICARDO RIVERON ROJAS. (Villa Clara, Cuba, 1949). Poeta, editor y promotor cultural. De diez de sus poemarios publicados, seis son de décimas. Entre sus publicaciones recientes sobresalen Bajo una luz que no existe (Décimas. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2005); El ungüento de la Magdalena (Testimonio. Ediciones La Memoria, La Habana, 2008); Días como hoy (Poesía. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2008); Irrelevancia crónica (Crónica. Editorial Capiro, Santa Clara, Cuba, 2010). Ha recibido los siguientes premios: Premio26 de Julio en Décima (1986); Premio UNEAC de Testimonio “Pablo de la Torriente Brau” (2001) y Premio Memoria, en testimonio, del Centro “Pablo de la Torriente Brau” (2007). De próxima publicación No me quieras matar, corazón, por Ediciones Unión.

1.23.2011

sir james george FRAZER: LOS PRINCIPIOS DE LA MAGIA

LA RAMA DORADA (fragmento)

Si analizamos los principios del pensamiento sobre los que se funda la magia, sin duda encontraremos que se resuelven en dos: primero, que lo semejante produce lo semejante, o que los efectos semejan a sus causas, y segundo, que las cosas que una vez estuvieron en contacto se actúan recíprocamente a distancia, aun después de haber sido cortado todo contacto físico. El primer principio puede llamarse ley de semejanza y el segundo ley de contacto o contagio. Del primero de estos principios, el denominado ley de semejanza, el mago deduce que puede producir el efecto que desee sin más que imitarlo; del segundo principio deduce que todo lo que haga con un objeto material afectará de igual modo a la persona con quien este objeto estuvo en contacto, haya o no formando parte de su propio cuerpo. Los encantamientos fundados en la ley de semejanza pueden denominarse de magia imitativa u homeopática, y los basados sobre la ley de contacto o contagio podrán llamarse de magia contaminante o contagiosa. Denominar a la primera de estas dos ramas de la magia con el término de homeopática es quizá preferible a los términos alternativos de imitativa o mimética, puesto que éstos sugieren un agente consciente que imita, quedando por ello demasiado restringido el campo de esta clase de magia. Cuando el mago se dedica a la práctica de estas leyes, implícitamente cree que ellas regulan las operaciones de la naturaleza inanimada; en otras palabras, tácitamente da por seguro que las leyes de semejanza y contagio son de universal aplicación y no tan sólo limitadas a las acciones humanas. Resumiendo: la magia es un sistema espurio de leyes naturales así como una guía errónea de conducta; es una ciencia falsa y un arte abortado. Considerada como un sistema de leyes naturales, es decir, como expresión de reglas que determinan la consecución de acaecimientos en todo el mundo, podemos considerarla como magia teórica; considerada como una serie de reglas que los humanos cumplirán con objeto de conseguir sus fines, puede llamarse magia práctica. Mas hemos de recordar al mismo tiempo que el mago primitivo conoce solamente la magia en su aspecto práctico; nunca analiza los procesos mentales en los que su práctica está basada y nunca los refleja sobre los principios abstractos entrañados en sus acciones. Para él, como para la mayoría de los hombres, la lógica es implícita, no explícita; razona exactamente como digiere sus alimentos, esto es, ignorando por completo los procesos fisiológicos y mentales esenciales para una u otra operación: en una palabra, para él la magia es siempre un arte, nunca una ciencia. El verdadero concepto de ciencia está ausente de su mente rudimentaria. Queda para el investigador filosófico descubrir el camino seguido por el pensamiento que fundamenta la práctica del mago; desenredar los hilos que en reducido número forman la embrollada madeja; aislar los principios abstractos de sus aplicaciones concretas: en suma, discernir la ciencia espuria tras el arte bastardo.

Sí es acertado nuestro análisis de la lógica de los magos, sus dos grandes principios no serán otra cosa que dos distintas y equivocadas aplicaciones de la asociación de ideas. La magia homeopática está fundada en la asociación de ideas por semejanza; la magia contaminante o contagiosa está fundada en la asociación de ideas por contigüidad. La magia homeopática cae en el error de suponer que las cosas que se parecen son la misma cosa; la magia contagiosa comete la equivocación de presumir que las cosas que estuvieron una vez en contacto siguen estándolo. Mas en la práctica se combinan frecuentemente las dos ramas, o, para ser más precisos, mientras que la magia homeopática o imitativa puede ser practicada sola, encontraremos generalmente que la magia contaminante o contagiosa va mezclada en su práctica con la homeopática o imitativa. Confrontadas así estas dos clases de magia, puede haber alguna dificultad en comprenderlas, mas serán rápidamente inteligibles cuando las aclaremos con algunos ejemplos apropiados. Ambas líneas de pensamiento son de hecho en extremo sencillas, elementales, y con dificultad podrían ser de otra manera siendo tan familiares en lo concreto, aunque no ciertamente en lo abstracto, no tan sólo para la inteligencia ruda del salvaje, sino también para la de la gente ignorante y estúpida de todas partes. Ambas ramas de la magia, la homeopática y la contaminante, pueden ser comprendidas cómodamente bajo el nombre general de magia simpatética, puesto que ambas establecen que las cosas se actúan recíprocamente a distancia mediante una atracción secreta, una simpatía oculta, cuyo impulso es transmitido de la una a la otra por intermedio de lo que podemos concebir como una clase de éter invisible no desemejante al postulado por la ciencia moderna con objeto parecido, precisamente para explicar cómo las cosas pueden afectarse entre sí a través de un espacio que parece estar vacío.
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SIR JAMES GEORGE FRAZER (1854-1941). Influyente antropólogo escocés en las primeras etapas de los estudios modernos sobre magia, mitología y religión comparada. Su obra principal fue The Golden Bough (La rama dorada), publicada en dos volúmenes en 1890 y que se incrementó hasta alcanzar doce volúmenes, que su propio autor redujo a uno, como síntesis, en 1922. Cuestionada y alabada, esta obra es un hito de los estudios sobre magia y religión e influyó en las obras de importantes escritores, como T. S. Eliot, W. B. Yeats, James Joyce y José Lezama Lima.

1.21.2011

IGNACIO GRANADOS: CIUDAD

Un poema del poeta cubano Ignacio Granados.


IGNACIO GRANADOS. Poeta y periodista cubano. Promotor cultural, es fundador y director de Ediciones Itinerantes Paradiso (EditPar). Su más reciente entrega: Diván de Lezama Lima (2010), un compendio de ensayos sobre la estética del gran escritor cubano José Lezama Lima. Modera el bitácora Dirty City,
Para acceder a una entrevista del poeta
con el periodista Luis de La Paz,
pica en el siguiente enlace:

1.17.2011

MIRTA YÁÑEZ: SANGRA POR LA HERIDA

Sangra por la herida
novela de Mirta Yáñez
presentada en La Habana, el 15 de enero del 2011




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MIRTA YÁÑEZ. (La Habana, 1947). Poeta, narradora y ensayista. Entre sus libros publicados aparecen Las visitas (poesía, 1971), Todos los negros tomamos café (1976), La Habana es una ciudad bien grande (cuentos, 1980), La hora de los mameyes (novela, 1984),
El mundo literario prehispánico (ensayo, 1986), El diablo son las cosas (cuentos, 1988), La narrativa romántica en Latinoamérica (ensayo, 1990), Cubanas a capítulo (ensayo, 2000),  Falsos documentos (cuento, 2005), Un solo bosque negro (poesía, 2006),  y El búfalo ciego y otros cuentos (selección, 2008). Ha recibido en tres ocasiones el Premio de la Crítica Literaria.

1.13.2011

Presentación de la antología de Ediciones El Puente

Presentación de la antología de Ediciones El Puente
 (La Habana, 1960-1965).
 La misma recoge todos los títulos de poesía
publicados por esa editorial.


Un video de Ignacio Granados,
poeta y escritor cubano
y su El Manierista Productions.

1.12.2011

EL HOMBRE DEL VITRAL SE HIZO MÁS COMO UN ROMPECABEZAS

El lector puede leer un fragmento de El hombre del vitral en nuestras páginas de Grafoscopio (Pique aquí)
 
Quería escribir sobre comportamientos, temas, asuntos,
más que de personas o personajes
R.M.: ¿Cómo surge el título El hombre del vitral?
S.D.C.: El hombre del vitral sale de una historia que siempre me estuvo rondando, si se mira bien ya me rondaba en El Diario del Grumete. Quería escribir sobre comportamientos, temas, asuntos, más que de personas o personajes, eso es más fácil de hacer en poesía. Pero ahora quería hacerlo de manera más clara, en planos más visibles, más hondamente, en una forma más flexible quizás, que me diera la oportunidad de experimentar y de probarme en otro género.
Necesitaba un mito, que a su vez tuviera las limitaciones que suelen tener los mitos, algo que pudiera perdurar más allá del plano físico, que siguiera también siendo vulnerable a la crítica y la imperfección, así que con la historia, llegó el titulo, con todas las implicaciones y referencias que hay en la literatura y la historia universal en relación al hombre perfecto, entiéndase hombre en sentido total, como ente. Asumiendo todo eso, y transformándolo en la historia que quería contar conseguí El hombre del vitral.
El hombre del vitral puede ser leído en muchos niveles, todos legítimos
R.M.: ¿El andamiaje milimétrico de esta novela encuentra su origen en la poesía?
S.D.C.: Sé que habrá quien piense que la novela se escribió pensando y repensando ciertas estructuras constructivas, pero lo cierto es que se hizo más como un rompecabezas, por piezas, sin calcular nada, de forma casi divertida, es probable por eso puede que moleste o parezca deficiente el uso de unos esquemas que se podría considerar colocados orgánicamente. No fue así, comencé escribiendo algunos diálogos, a la vez que escribía los cuentos de Ángela, porque si se mira bien funcionan también como cuentos independientes. Sabía que había puntos de contacto, espacios que compartía ese narrador, sabía que estos eran parte de una misma historia, solo cuando había adelantado bastante entendí la progresión, el sentido y la analogía entre estas dos mujeres tan distintas y tan parecidas, con modos tan distintos de asimilar sus miedos, sus búsquedas, sus vidas.
La poesía, en mi caso particular, en esta novela en particular, es la suma de un conjunto de símbolos, que obliga a preguntar por metas, por normas que rigen la vida de todos, por unas ciertas formas de asumir la superficialidad y el sentido del éxito personal, la hipocresía social, la mentira de los que hemos elegido como líderes, la falacia con la que solemos plantear y asumir la figura de Dios.
La absoluta pérdida de tiempo que es vivir una vida que se queda en esas figuraciones como objetivo fundamental, sin ir más allá, sin preguntarse qué quiere en verdad el que pide, qué nos da en verdad el que se pavonea diciendo te he dado, qué nos obliga a ser cómo se espera que seamos, qué nos mutila cuando lo hace, y nos eleva cuando parece que nada más nos va interesar de nuevo.
El hombre del vitral puede ser leído en muchos niveles, todos legítimos, todos espero que dejen algo, pero en el fondo siempre hay algo más, al menos para eso sí trabajé.
El límite entre narrativa y poesía seguía, sigue siendo visible,
pero cada vez se hace más tenue
R.M.: ¿Concuerdas con la idea de que el arte moderno (y la narrativa dentro de él) ha sido mordido por la poesía?
S.D.C.: Sé que la poesía muerde a veces, contagia, contamina, si quiere, en el mejor sentido de la palabra. Y sí, creo que eso de que la poesía está en la narrativa no es de ahora, muchas novelas de los años 70 y 80 ya tenían ese componente vital. Autores como Antonio Skarmeta o Laura Esquivel, e incluso otro tipo de narrativa que usa como recurso la síntesis, de quien se podría decir que Augusto Monterroso es el mejor ejemplo, por poner algunos ejemplos, ya incluían el hecho poético en sus narraciones, trasgredían el aspecto narrativo con parrafadas de la mejor poesía. El límite entre narrativa y poesía seguía, sigue siendo visible, pero cada vez se hace más tenue.
A la poesía le da igual cualquier estructura, nombrada o no, reconocida o no para hacerse presente, si a eso quiere decirle morder.
Por esta desgracia moderna, de que las personas con un poco de instrucción, información y algo de oficio se autodenominan poetas, la poesía ha caído un tanto en desgracia en el aspecto de ganar lectores. Y porque aún un poeta a veces necesita ir más allá, hacer poesía en otro ‘metro’ y lenguaje, donde predomina el hecho poético sobre la imagen poética, ese es el espacio donde la poesía deriva en narración: novela o cualquier otro modo de decir en las normas de la prosa, pero que dista bastante de ser prosa pura y se acerca sustancialmente a la poesía.
esta edición se ha hecho con bastante buen ánimo
R.M.: Muchas novelas muestran en nuevas versiones en sus numerosas ediciones tras un constante trabajo de perfeccionamiento de la obra. ¿Crees posible que a El hombre del vitral le ocurra lo mismo o consideras que es un trabajo completamente cerrado?
S.D.C.: No lo sé. Soy muy trabajadora, no diría que perfeccionista. Las versiones de una misma obra suelen llegar con el trabajo, con sugerencias que podrían mejorar mucho lo que se ha escrito. De hecho ya algunos detalles han sido corregidos en esta novela, sobre todo de edición, alguna línea que faltaban, erratas advertidas, etc., pero hablar sobre nuevas ediciones concretamente para corregir unos supuestos desaciertos que el autor normalmente no logró corregir en su momento parece como dar una segunda oportunidad al texto. Entiendo que estas segundas ediciones se deberían hacer más que todo por el interés que despierte el libro en sí, y sabemos que eso depende de muchas cosas, la buena distribución y comercialización, la promoción, incluido el que los lectores opinen sobre lo leído, que se hable de lo que ha podido aportar ese libro. Pero siempre he dicho que El hombre del vitral es un libro sin muchas pretensiones. Defectos aparte, no creo que se hagan futuras ediciones, esta edición se ha hecho con bastante buen ánimo, se ha escogido con sensatez y buen gusto la portada y la edición en ciertos aspectos es bonita, estoy agradecida de que el libro saliera en un momento en que es tan difícil conseguir alguien que se interese en publicar a autores casi desconocidos, extranjeros, como yo.
Así que volviendo sobre lo de trabajar para perfeccionarla para nuevas ediciones parece un asunto sin muchas posibilidades. Tampoco tengo certezas sobre que sea necesario hacer algo así, al menos de momento.
estoy escribiendo algo más que espero sea una novela, más extensa y elaborada
R.M.: ¿Nuevos planes de la novelista y/o de la poeta?
S.D.C.: ¡Ah! Tengo algunos planes, quiero mudarme a un pueblo de alrededor de 500 habitantes (no importa si fueran unos cientos más o menos) a donde se pueda llegar a todos los sitios caminando (acepto casi todo tipo de invitación de pueblos así). Dos condiciones para el pueblo: que tenga iglesia, no importa mucho de que confesión y que se pueda sembrar girasoles, los pueblos sin iglesia y sin girasoles suelen ser extrañamente ordinarios y aburridos.
La novelista no tiene voz ni voto todavía en asuntos de este tipo, hasta que no escriba algo más sustancial. La poeta tiene voz, se lo ha ganado trabajando en toda clase de oficios que no son la poesía, aunque tampoco tiene voto. Ambas son parte de mi por lo que harán lo que yo diga, al menos esta vez.
Si se refiere a planes de escribir, pues no hago planes, escribo desde que tengo memoria, unas veces elijo lo que escribo, otras ‘eso’ me elije, otras alternamos, pero de modo tranquilo, no negocio con mis escritos, así que una vez que los tengo ellos saben que no tiene caso resistirse.
Hacía años que no publicaba nada, aunque he escrito bastante en este tiempo, sobre todo poesía, poesía escribo siempre, sin parar. Y porque tengo ya una cantidad importante guardada, me interesa publicar un libro de poesía, aunque tengo pocas invitaciones para hacerlo y quisiera que fuera un libro bonito, con las páginas opacas, y las tapas blandas, que sea ligero y que pueda tenerse abierto en una sola mano, son vicios míos. También tengo planes de encontrar un trabajo que me permita escribir, porque estoy escribiendo algo más que espero sea una novela, más extensa y elaborada, que me está llevando mucho tiempo de investigación. Supongo que estos no cuentan como planes, ninguno de los tres. Son… esperanzas, sueños. Pero no hay otra cosa que me proponga hacer ahora.
La madurez y la experiencia vital nos enseñan a ser cautos, moderados, prudentes en cuanto a los planes y los sueños, bien dice el proverbio que quien nada espera no será decepcionado.
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SONIA DÍAZ CORRALES (1964). Poeta y narradora cubana. Reside en Santa Cruz de Tenerife. Ha publicado los libros de poesía Diario del grumete (1996 y 1997) y Minotauro (1997). Sus poemas aparecen en varias antologías dentro y fuera de la Isla. Ha obtenido los premios de poesía América Bobia 1982, Matanzas; Bustarviejo 1993, Madrid; y el Abel Santamaría 1997, de la Universidad Central de Las Villas, Santa Clara; así como menciones Caimán Barbudo, David de la UNEAC y 13 de Marzo de Universidad de La Habana.Su libro Los días del olvido fue finalista del Premio de Poesía Viaje del Parnaso 2008.

1.07.2011

MARÍA ELENA HERNANDEZ: LIBRO DE LA DERROTA

En este 2011 la poeta cubana María Elena Hernández debuta como narradora. Con el Libro de la derrota, un título al punto, la escritora da cuenta del fin de las utopías y de conflictos humanos que se manifiestan dentro del vivir regido por los grandes discursos. De esta novela, publicada por Azud Ediciones, el lector puede adelantarse y leer un fragmento de la misma en Grafoscopio. Desde ahora, anunciamos una prosa precisa y limpia con un argumento de revision social y personal que induce al pensamiento. Pero ahora, le damos la palabra a María Elena Hernández-Caballero en esta breve entrevista:

Para nosotros no puede ser otra cosa que una desilusión,
una derrota
R.M.: ¿Por qué el título el Libro de la derrota?
M.E.H.: Hace tiempo que sabemos que las utopías agonizan. Sin embargo muchos, especialmente en América Latina, se empeñan en ponerle sueros, inyecciones y todo tipo de energizantes a la revolución cubana. Están negados a aceptar que tienen delante un cadáver. Pero nosotros que nacimos y crecimos dentro del proceso revolucionario, que le entregamos lo mejor, nosotros la hemos visto deteriorarse, traicionarnos, corromperse. Este proceso nos amargó, nos dividió, nos expulsó y todavía nos lacera. Para nosotros no puede ser otra cosa que una desilusión, una derrota.
Todos, incluso los victimarios, son víctimas del sistema
R.M.: De los capítulos y personajes, ¿alguno en especial como favorito?
M.E.H.: Los personajes de la novela tienen una mezcla de ternura, tristeza y desamparo, que me resulta difícil elegir uno. Todos sobreviven como pueden sin perder el humor chispeante del cubano. Todos, incluso los victimarios, son víctimas del sistema. Pero tal vez es Mosca Blanca, ese mal vecino que nos vigila y que todos hemos tenido alguna vez, el que resume a una generación que no quiere dar el brazo a torcer y que actúa como autómata, con conceptos preestablecidos. También me gusta el capítulo donde aparece el Comandante, a mitad de la novela, donde confluyen la mayoría de los personajes, a partir del cual la comedia empieza a tornarse en tragedia y comienzan a desencadenarse los sucesos más amargos, los más tristes de la historia.
Cuando llegué a Argentina algo cambió
R.M.: ¿Cómo y cuándo se dio en la poeta María Elena Hernández la necesidad narrativa?
M.E.H.: Cuando llegué a Argentina algo cambió. Me resultaba difícil expresarme con la poesía. No se si tenga mucho que ver, pero salir de dos islas (Cuba y Chile) para entrar en el continente, adentrarme en esa infinitud de tierra y naturaleza salvaje, amplió mi horizonte. Llegué además en un momento del país donde había protestas masivas, miles y miles de personas marchaban a la casa de gobierno golpeando cacerolas. Me daba mucha envidia, equivocados o no, aquello era grandioso. Yo también salí a protestar y, con esa adrenalina, días después, empecé a escribir la novela.
No puedo desprenderme de la poeta
R.M.: ¿En qué medida la poesía te resultó útil (o desfavorable) al entrar en esta nueva faceta creadora?
M.E.H.: Creo que soy una poeta que escribió una novela y ahora escribe cuentos, relatos, textos inclasificables. Mi narrativa es tan concentrada, tan minimalista como mi poesía. No puedo desprenderme de la poeta cuando escribo, ésa es mi esencia.
no me impongo escribir esto o aquello
R.M.: ¿Es esta novela un alto transitorio en el camino de la poeta o piensas ya en nuevos proyectos narrativos?
M.E.H.: Es probable que a partir de ahora escriba tanto narrativa como poesía. No pienso mucho en eso, no me impongo escribir esto o aquello. Ni siquiera me impongo escribir. Por el momento agradezco estar activa, y cuando vuelva la sequía (siempre vuelve), pues viviré.
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MARÍA ELENA HERNÁNDEZ-CABALLERO. (La Habana, 1967). En 1994 llegó a Chile donde residió algunos años y fue cofundadora de la Editorial Las Dos Fridas. Reside desde el 2000 en Buenos Aires, Argentina.
Ha publicado: Donde se dice que el mundo es una esfera que dios hace bailar sobre un pingüino ebrio, poemario con el que obtuvo el Premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en en 1989; Elogio de la sal. (Santiago de Chile: Editorial Cuarto Propio, 1996) y Electroshock-Palabras (Argentina: Editorial La Bohemia, 2001). En este 2011 debuta con su primera novela Libro de la derrota por Azud Ediciones. De próxima aparición, el poemario La rama se parte.