FELIX LUIS VIERA: RITA MARTIN,
VIRGINIA, USA (CubaEncuentro)
Luis de la Paz 5 Preguntas a Rita Martin (La Revista del Diario)
¡Caramba! Este tipo de pregunta se las trae. Definir su poesía; es decir, la mía, resulta un acto improbable cuando ya es de por sí difícil definir la poesía. Y es que toda definición poética es una invención, una recreación, una peligrosa mentira que des/ubica religiones e ideologías. Tal vez este, su sentido imaginativo, unido al elemento lúdicro de la ejecución (juego, palabra que en español pierde su contenido de performance), me hace entrever la poesía como un paisaje paradójicamente real. La mía es poesía de imágenes que ha pasado por el vidrio de la cámara fotográfica desde el que se destruye el cuadro, dado que el lente anula siempre la imagen anterior que parecía perfecta; pero que no lo era, para ofrecer otras sucesiones de instantáneas y disímiles perspectivas. Y a pesar de las destrucciones, o tal vez por ellas, la mía que debería ser la suya, o una anti-poesía, resulta, irónicamente, en poemas más bien líricos, repletos también de silencio.
Luis de la Paz
Conversando con Rita Martin (Espéculo)
Mª Ángeles Pozo Montaño y Alberto Zambrana Ramírez
Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill
Podría ser, aunque en verdad estoy hablando más de las relaciones humanas y de poder bajo sistemas totalitarios. Y tal vez por ello hay cuentos dedicados a personas cuya amistad se quebró cuando puse un pie en los Estados Unidos. Y esto es algo lamentable pero absolutamente normal y lógico dentro de tales sistemas. Los cubanos que quedan adentro de la Isla siempre viven con muchos temores. De manera que si fuera de la Isla el amigo o conocido que se fue se le ocurre decir alguna crítica al gobierno, aquellos se sienten tocados y no importa que las palabras hayan sido dichas tachando una estructura de poder y no estén comprometiendo a nadie como individuo. En este caso no hay separación porque hay un juego interminable entre el discurso oficial y el individuo aterrorizado que trata de protegerse de inmediato y al que le es vital la sobrevivencia. Claro, están también aquellos que tratan de hacer equilibrios para defender algo de sí mismos. ¿No fue Borges quien dijo que cualquier dictadura sea de izquierda o de derecha degenera al ser humano?
Ser libre, es más que nada una
condición mental del sujeto. De ahí que escritores reformistas tan dispares
como San Juan de la Cruz o el Marqués de Sade defendiesen el ser libres desde
sus celdas, con sus escrituras. (Disponible
en Grafoscopio)
¡Caramba! Este tipo de pregunta se las trae. Definir su poesía; es decir, la mía, resulta un acto improbable cuando ya es de por sí difícil definir la poesía. Y es que toda definición poética es una invención, una recreación, una peligrosa mentira que des/ubica religiones e ideologías. Tal vez este, su sentido imaginativo, unido al elemento lúdicro de la ejecución (juego, palabra que en español pierde su contenido de performance), me hace entrever la poesía como un paisaje paradójicamente real. La mía es poesía de imágenes que ha pasado por el vidrio de la cámara fotográfica desde el que se destruye el cuadro, dado que el lente anula siempre la imagen anterior que parecía perfecta; pero que no lo era, para ofrecer otras sucesiones de instantáneas y disímiles perspectivas. Y a pesar de las destrucciones, o tal vez por ellas, la mía que debería ser la suya, o una anti-poesía, resulta, irónicamente, en poemas más bien líricos, repletos también de silencio.
Luis de la Paz
Conversando con Rita Martin (Espéculo)
Mª Ángeles Pozo Montaño y Alberto Zambrana Ramírez
Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill
Podría ser, aunque en verdad estoy hablando más de las relaciones humanas y de poder bajo sistemas totalitarios. Y tal vez por ello hay cuentos dedicados a personas cuya amistad se quebró cuando puse un pie en los Estados Unidos. Y esto es algo lamentable pero absolutamente normal y lógico dentro de tales sistemas. Los cubanos que quedan adentro de la Isla siempre viven con muchos temores. De manera que si fuera de la Isla el amigo o conocido que se fue se le ocurre decir alguna crítica al gobierno, aquellos se sienten tocados y no importa que las palabras hayan sido dichas tachando una estructura de poder y no estén comprometiendo a nadie como individuo. En este caso no hay separación porque hay un juego interminable entre el discurso oficial y el individuo aterrorizado que trata de protegerse de inmediato y al que le es vital la sobrevivencia. Claro, están también aquellos que tratan de hacer equilibrios para defender algo de sí mismos. ¿No fue Borges quien dijo que cualquier dictadura sea de izquierda o de derecha degenera al ser humano?