RETRATO DEL OTRO
Ese hombre de la mirada adusta
que ensaya sin lograr una sonrisa
delante de un espejo.
Ese sujeto torpe que enreda sus pisadas
entre libros y juguetes al descuido
que revuelve las piedras arañando la tierra
y dialoga con árboles y ríos
desandando caminos.
Ese loco que increpa a la montaña,
al cielo, a las estrellas en la noche.
Que llama al sol su amigo.
Ese infeliz que sufre de delirio
puede ¿por qué dudarlo?
tratarse de mí mismo.
PAR DELICATESSE J´AI PERDU MA VIE
Muero cuando aún no termino mi máscara
y mi parteniere se cansó de bailar.
Muero de sorpresa cuando me invento viajes a lo ignoto
y el tiempo se alza ante mis ojos como una nube
ocultándome lo adorable.
Muero de rabia en el momento menos oportuno.
De todos modos termino mi poema
con una frase lapidaria:
“Por delicadeza he perdido mi vida”.
DESTIERROS
Yo tuve una casa y un patio.
Un ocuje, un quebracho y también un limonero.
Yo tuve un hermano pequeño con quien jugar
y unos padres tan viejos que parecían abuelos.
Un día nos arrastraron a vivir a una ciudad.
Nos llevaron a vivir a una casita pegada a otra casita y a otra casita más
sin patio y sin ocujes.
Apenas una mata de higuereta
para jugar bajo su sombra a las canicas.
Creciendo entre libros y papeles
se me ocurrió aprender el arte de las letras.
Que me enseñaran cómo escribir poemas.
Me fui a La Habana a estudiar Licenciatura
y me enviaron al campo a ordeñar vacas
por aquello de estar " parametrado ".
Un día infeliz. Una mañana
me llevaron a un cuartico improvisado
en un " complejo de hormigón ".
Techo y paredes de " hormigón "
y un tipo con alma de " hormigón "
me espetó justo a la cara:
"no cabes en el país. ¡Vas a largarte! ".
A la distancia de los años me pregunto:
"¿tuvo ese tipo alguna vez una casa y un patio,
un ocuje, un quebracho , un limonero,
un hermano con quien jugar y unos padres tan viejos
que al mirarlos los confundían a veces con abuelos ? "
SOLITUDE IV
En aquel viejo templo
Sostenido apenas por cariátides que se desmoronan
Y los espectros deambulan con los ojos y los labios calcinados,
Te descubro espiándome desde un rincón.
Oh, tú, mi antigua compañera.
Y te unes al desfile espectral,
Para luego desvanecerte en la nada,
Y regresar rediviva en las notas lánguidas de un adagio.
UN POEMA PARA ÁNGEL
Te sueño en medio de una plaza
de las que pintaba De Chirico.
Te envuelves en laxitud y te dejas llevar
desdibujándote lentamente
delante de mis ojos.
Al final sólo me queda tu sonrisa
y la inmensa vacuidad de aquella plaza.
PEQUEÑA ODA A LA SOLEDAD
¡Oh, soledad que me acompañas
en este samsara interminable!
Persiguiendo cualquier grieta o vacío de mi yo.
De pie frente a mí.
Poblando de fantasmas
las cuatro esquinas de mi casa.
Soledad amiga de la noche y del silencio.
De los grandes espacios.
Amarga cicuta. Preludio ineludible de mi agonía.
Te paseas con tu olor a muerte
sobre el rostro de los agonizantes.
Oh, soledad que me acosas
espiándome desde dentro.
Aplastándome con el peso de una lápida.
Imposible evitar lo inevitable.
Te veo venir casi desnuda
provocando una ola de estupor en mis entrañas.
Tómame de la mano y llévame contigo.
Ayúdame a cruzar sin miedo
la delgada frontera de lo desconocido .
SUEÑOS
Anoche me soñé pez
muriendo a pedacitos.
Luego soñé la luna
escondida en una caja de zapatos.
Una fila de hormigas movía una araña.
-¡Niño, no te manches la ropa, ni los zapatos blancos ¡- .
Quise soñarme hombre y me soñé poeta,
un infeliz que sueña
escondiéndose siempre de la Muerte.
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Ese hombre de la mirada adusta
que ensaya sin lograr una sonrisa
delante de un espejo.
Ese sujeto torpe que enreda sus pisadas
entre libros y juguetes al descuido
que revuelve las piedras arañando la tierra
y dialoga con árboles y ríos
desandando caminos.
Ese loco que increpa a la montaña,
al cielo, a las estrellas en la noche.
Que llama al sol su amigo.
Ese infeliz que sufre de delirio
puede ¿por qué dudarlo?
tratarse de mí mismo.
PAR DELICATESSE J´AI PERDU MA VIE
Oisive jeunesse à tout asservie
Par délicatesse j’ai perdu ma vie…
Arthur Rimbaud
Muero cuando aún no termino mi máscara
y mi parteniere se cansó de bailar.
Muero de sorpresa cuando me invento viajes a lo ignoto
y el tiempo se alza ante mis ojos como una nube
ocultándome lo adorable.
Muero de rabia en el momento menos oportuno.
De todos modos termino mi poema
con una frase lapidaria:
“Por delicadeza he perdido mi vida”.
DESTIERROS
Yo tuve una casa y un patio.
Un ocuje, un quebracho y también un limonero.
Yo tuve un hermano pequeño con quien jugar
y unos padres tan viejos que parecían abuelos.
Un día nos arrastraron a vivir a una ciudad.
Nos llevaron a vivir a una casita pegada a otra casita y a otra casita más
sin patio y sin ocujes.
Apenas una mata de higuereta
para jugar bajo su sombra a las canicas.
Creciendo entre libros y papeles
se me ocurrió aprender el arte de las letras.
Que me enseñaran cómo escribir poemas.
Me fui a La Habana a estudiar Licenciatura
y me enviaron al campo a ordeñar vacas
por aquello de estar " parametrado ".
Un día infeliz. Una mañana
me llevaron a un cuartico improvisado
en un " complejo de hormigón ".
Techo y paredes de " hormigón "
y un tipo con alma de " hormigón "
me espetó justo a la cara:
"no cabes en el país. ¡Vas a largarte! ".
A la distancia de los años me pregunto:
"¿tuvo ese tipo alguna vez una casa y un patio,
un ocuje, un quebracho , un limonero,
un hermano con quien jugar y unos padres tan viejos
que al mirarlos los confundían a veces con abuelos ? "
SOLITUDE IV
A Ivette Marie, por si un día le asalta la soledad.
En aquel viejo templo
Sostenido apenas por cariátides que se desmoronan
Y los espectros deambulan con los ojos y los labios calcinados,
Te descubro espiándome desde un rincón.
Oh, tú, mi antigua compañera.
Y te unes al desfile espectral,
Para luego desvanecerte en la nada,
Y regresar rediviva en las notas lánguidas de un adagio.
UN POEMA PARA ÁNGEL
Te sueño en medio de una plaza
de las que pintaba De Chirico.
Te envuelves en laxitud y te dejas llevar
desdibujándote lentamente
delante de mis ojos.
Al final sólo me queda tu sonrisa
y la inmensa vacuidad de aquella plaza.
PEQUEÑA ODA A LA SOLEDAD
A Miguel Ángel Mondragón Ruíz,
quien se propuso acompañar mi soledad.
¡Oh, soledad que me acompañas
en este samsara interminable!
Persiguiendo cualquier grieta o vacío de mi yo.
De pie frente a mí.
Poblando de fantasmas
las cuatro esquinas de mi casa.
Soledad amiga de la noche y del silencio.
De los grandes espacios.
Amarga cicuta. Preludio ineludible de mi agonía.
Te paseas con tu olor a muerte
sobre el rostro de los agonizantes.
Oh, soledad que me acosas
espiándome desde dentro.
Aplastándome con el peso de una lápida.
Imposible evitar lo inevitable.
Te veo venir casi desnuda
provocando una ola de estupor en mis entrañas.
Tómame de la mano y llévame contigo.
Ayúdame a cruzar sin miedo
la delgada frontera de lo desconocido .
SUEÑOS
A Lucevan vagh Owen Berg, hermano en la poesía.
Anoche me soñé pez
muriendo a pedacitos.
Luego soñé la luna
escondida en una caja de zapatos.
Una fila de hormigas movía una araña.
-¡Niño, no te manches la ropa, ni los zapatos blancos ¡- .
Quise soñarme hombre y me soñé poeta,
un infeliz que sueña
escondiéndose siempre de la Muerte.
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RENÉ DAYRE ABELLA (Banes, Oriente, Cuba, 1945). Poeta y narrador. Estudió en el antiguo Instituto Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Mientras se desempeñaba como profesor, fue promotor cultural. Integró la Columna Juvenil de Escritores y Artistas de Oriente, donde dio a conocer sus primeros intentos literarios. Una muestra de su poética aparece en la Muestra de la Poesía del Siglo Veintiuno de la Sociedad Prometeo de Poesía, de Madrid, España. Es miembro de la Red Mundial de Escritores en Español, REMES, de la Sociedad Peruana de Poetas y de la Sociedad Internacional de Poetas (W.P.S.) con sede en Atenas, Grecia, así como de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos (SELAE) con sede en Milán, Italia. Desde el año 2004 forma parte de la Redacción de Linden Lane Magazine, el tabloide literario fundado por los poetas Belkis Cuza Malé y Heberto Padilla en New Jersey, en el año 1982, y que se ha vuelto el decano de la prensa literaria cubana exiliada. Colabora con revistas literarias digitales e impresas de Cuba, República Dominicana, Argentina, Venezuela, Perú, España y los Estados Unidos. Mantiene inéditos los poemarios: Poesía Repartida, Poeta en la luna de Cuba, Alvenix, un ángel, y Golpes en la Pared.
Su libro de relatos testimoniales Banes: La piel de la memoria, se encuentra en proceso de edición. Desde el año 1980 reside en California, Estados Unidos.
1 comment:
Gracias, Rita, eres un tesoro. No sé cómo le hiciste para volcar mi foto, originalmente a colores, en blanco y negro. ¡Eres genial y un ser humano excepcional! Es un verdadero privilegio ser tu amigo.
Un beso.
René
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