LA FAMILIA
Madre me acoge en su pecho caliente
día a día.
Abuelo y su cojez retumban el tablado.
Aurora es joven, no piensa aún en casarse:
sueña.
Olema ya comienza por pintarse las uñas.
(Aún Perucho no ha muerto).
Mamá de vez en vez teclea en el piano.
Antonio es cocinero
y Salvador es el que empuja el carro.
¡Enrique!...
¡Falta Enrique!...
(Enrique fue el que malgastó el dinero…)
FAMILIARIDADES
¡El odio familiar es tan cordial!
El odio familiar que es la raíz del odio general
y el desprecio que sale disparado
pero envuelto en un gesto de piedad
en donde la razón se inmoviliza
en el deseo de ignorar.
El odio así trepando
en una mala disimulada complacencia
subiendo hasta la copa
trepando el muro de la casa.
Casa aislada en el tiempo
casa lejana mía
casa de nunca
casa devuelta en el cristal
que nos devuelve un aire espeso
como el miedo.
Ay… casa del sosiego
de aquel día.
casa de entonces
casa de la cordialidad
y el odio tan cordial del familiar.
Cordialidad del
múdate y arranca
--traslada el hueso a este lugar;
sólo caen tres goteras
y alguna vez las tablas se desprenden;
sólo que aquí no hay lavamanos,
sólo que a veces, cuando llueve,
entra un poco de agua.
Se necesita el otro cuarto.
Ah, no olvides, no olvides levantarte temprano---
¡Cuánta cordialidad el odio familiar!
VACÍO
Aquí no hay nada.
¿Y el que se encaramó con su derrota
sobre el techo de mi alma?
Aquí no quiere venir nadie.
Sólo hay un poco de envoltijos de cuerpos
y el viento
el viento que golpea en estos muros.
EQUILIBRIOS
…Aguántenme esta tarima en donde estoy subido
que no se incline a un lado y caiga o cuelgue
mi ardoroso cuerpo.
Aguanten una pena
Aguántenme
que no quiero que pase y suceda lo de siempre
caer sin cumplir.
Aguanten la tarima
ayúdenme a aguantarla
que ya caído antes y no quiero jamás.
Madre me acoge en su pecho caliente
día a día.
Abuelo y su cojez retumban el tablado.
Aurora es joven, no piensa aún en casarse:
sueña.
Olema ya comienza por pintarse las uñas.
(Aún Perucho no ha muerto).
Mamá de vez en vez teclea en el piano.
Antonio es cocinero
y Salvador es el que empuja el carro.
¡Enrique!...
¡Falta Enrique!...
(Enrique fue el que malgastó el dinero…)
FAMILIARIDADES
¡El odio familiar es tan cordial!
El odio familiar que es la raíz del odio general
y el desprecio que sale disparado
pero envuelto en un gesto de piedad
en donde la razón se inmoviliza
en el deseo de ignorar.
El odio así trepando
en una mala disimulada complacencia
subiendo hasta la copa
trepando el muro de la casa.
Casa aislada en el tiempo
casa lejana mía
casa de nunca
casa devuelta en el cristal
que nos devuelve un aire espeso
como el miedo.
Ay… casa del sosiego
de aquel día.
casa de entonces
casa de la cordialidad
y el odio tan cordial del familiar.
Cordialidad del
múdate y arranca
--traslada el hueso a este lugar;
sólo caen tres goteras
y alguna vez las tablas se desprenden;
sólo que aquí no hay lavamanos,
sólo que a veces, cuando llueve,
entra un poco de agua.
Se necesita el otro cuarto.
Ah, no olvides, no olvides levantarte temprano---
¡Cuánta cordialidad el odio familiar!
VACÍO
Aquí no hay nada.
¿Y el que se encaramó con su derrota
sobre el techo de mi alma?
Aquí no quiere venir nadie.
Sólo hay un poco de envoltijos de cuerpos
y el viento
el viento que golpea en estos muros.
EQUILIBRIOS
…Aguántenme esta tarima en donde estoy subido
que no se incline a un lado y caiga o cuelgue
mi ardoroso cuerpo.
Aguanten una pena
Aguántenme
que no quiero que pase y suceda lo de siempre
caer sin cumplir.
Aguanten la tarima
ayúdenme a aguantarla
que ya caído antes y no quiero jamás.
ROLANDO ESCARDÓ (Camagüey, Cuba, 1925-1960). Con una poesía con tendencia a lo elegíaco y existencial, Escardó fue uno de los primeros poetas de la Generación del Cincuenta que se decidió por el tono conversacional. Fundó en su provincia el grupo Los Nuevos. Participó en la lucha insurreccional y luego del triunfo de la Revolución fue ascendido al grado de teniente del Ejército Rebelde. Cuando organizaba el I Encuentro de Poetas Cubanos un accidente automovilístico truncó su vida. Después de su muerte se publicaron: Libro de Rolando (1961, con prólogo de Virgilio Piñera); Las Ráfagas (1961, con prólogo de Samuel Feijóo) y Órbita de Rolando Escardó (1981, con prólogo de Luis Suardíaz).
Enlace al poema que escribiera a su muerte la poeta Carilda Oliver Labra.
Enlace al poema que escribiera a su muerte la poeta Carilda Oliver Labra.
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