Como organizador de la tertulia La Otra Esquina de las Palabras, me siento honrado de haber tenido como invitado en dos ocasiones al escritor cubano José Lorenzo Fuentes. La primera vez, el 8 de enero de 2010, en un homenaje que se le hizo por su larga y extraordinaria labor literaria; dicho sea de paso que este merecido homenaje es el único que se le ha rendido a un escritor vivo en esta tertulia. La segunda vez, el 19 de mayo de 2010, con motivo del lanzamiento de su novela Las vidas de Arelys. Y vale la pena contar las circunstancias que precedieron esta presentación, hecho que el propio José Lorenzo rememora cada vez que nos encontramos.
Sucedió que para la tertulia del mes de mayo tenía como invitado al escritor colombiano Luis Zalamea, pero, días antes de celebrarse el evento, recibo la mala noticia de que Zalamea se había enfermado y que, por lo tanto, se encontraba en estado de convalecencia, razón por la que me veo obligado a cancelar su presentación y a tratar de conseguir de inmediato a otro invitado. A los pocos minutos, suena mi celular; se trataba de José Lorenzo Fuentes, que me empieza a habla sobre su última novela, Las vidas de Arelys, basada en una hipnosis que le hizo a su amiga Arelys Cubero y su misteriosa relación con una escritora olvidada del siglo XIX, Carmen Silva.
José Lorenzo me dice que estaba buscando donde presentar su libro y que deseaba hacerlo en La Otra Esquina de las Palabras, en el Café Demetrio. Le respondí que para los próximos meses tenía ya programada la presentación de varios escritores y artistas, que sólo tenía el espacio disponible para una fecha tan cercana como el 19 de mayo, dado el imprevisto de la cancelación, y que me urgía tener a alguien para ese día. Entonces José Lorenzo me responde: “pues ya el editor me dijo que el libro va a estar publicado unos días antes de esa fecha y, además, el 19 de mayo es el cumpleaños de la protagonista de esta novela, Arelys Cubero”.
Fue así que por obra de la causalidad (más que casualidad), muy a tono con el espíritu esotérico del autor y de su obra, se produjo esta memorable presentación, que contó también con la participación de su gran amiga, la escritora y periodista, Belkis Cuza Malé.
A continuación dejo a disposición de los lectores de Grafoscopio estos apuntes míos sobre el homenaje que se le hizo a José Lorenzo Fuentes, el 8 de enero de 2010, en La Otra Esquina de las Palabras.
Apuntes de la tertulia: Homenaje a José Lorenzo Fuentes
La noche del viernes 8 de enero, La Otra Esquina de las Palabras le rindió un merecido homenaje al escritor cubano José Lorenzo Fuentes. El público asistente, en el Café Demetrio, tuvo la oportunidad de conocer aspectos de la vida y obra de este escritor, que hizo gala de su elegancia y sencillez verbal al responder las preguntas de este interlocutor.
El narrador y periodista hizo un recuento de los momentos más significativos de su carrera literaria, entre los que mencionó el haber obtenido el Premio Internacional de Cuentos "Hernández Catá" en 1952, cuando daba sus primeros pasos como escritor. Al respecto, su amigo y colega Guillermo Cabrera Infante le recordaba con cierto lamento: “obtuvo en Cuba un importante premio literario que yo no pude alcanzar”.
Luego reveló las causas de su tragedia en la época postrevolucionaria, a partir de 1959, etapa en que se desempeñaba como periodista personal de Fidel Castro. Por el simple hecho de haber reportado en la prensa la derrota que el Comandante en Jefe sufrió en un juego de golf que sostuvo con Ernesto “Ché” Guevara, José Lorenzo perdió su puesto de trabajo, algo que en su opinión marcó el inicio de su condición de persona non grata para el régimen. Más tarde, en 1968, se le involucró en un falso caso de conspiración contra el estado cubano, junto con el embajador de México en Cuba, en el que se le acusó de ser agente de la CIA. Esto lo llevó a cumplir tres años de prisión y, por consiguiente, a padecer durante varios años el ostracismo en la isla.
Llegada la década de los 90 y ante la difícil situación que vivía el pueblo cubano, con un gobierno que se resistía a hacer cambios en plena desaparición del campo socialista, José Lorenzo Fuentes firma La Carta de los Diez, junto a otros intelectuales cubanos, como María Elena Cruz Varela, Manuel Díaz Martínez y Raúl Rivero, entre otros.
El autor de Después de la gaviota también nos contó anécdotas sobre escritores y artistas con los que tuvo una cercana amistad, tales como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Cundo Bermúdez y Alfonso Grosso, a quienes tuvo la oportunidad de entrevistar, recogiendo dichas entrevistas en su último libro Entrevistas a cinco grandes, bajo el sello editorial de Iduna, dirigida, en Miami, por Juan Antonio Sánchez.
El público asistente conoció otra faceta muy importante de este escritor: el estudio del misticismo oriental y la meditación trascendental. Fue así que nos enteramos de la buena suerte que corrieron los artículos que publicaba sobre meditación en un diario puertorriqueño, una vez que se estableció en el exilio, pues gracias a los mismos pudo conformar y publicar su libro de más éxito internacional: Meditación. Este ha sido traducido a varios idiomas y se ha publicado, incluso, en la India.
La velada contó con la participación de la escritora Elena Tamargo, que dio testimonio de sus memorias sobre José Lorenzo, desde la época en que lo conoció en Cuba hasta el presente. También el poeta y periodista Manuel Vázquez Portal le formuló varias preguntas al homenajeado, las cuales respondió con la sencillez y sabiduría que lo caracteriza.
Para finalizar, José Lorenzo Fuentes leyó un cuento de un libro inédito, el cual considera su mejor libro. Esta aseveración confirma su vitalidad como ser humano, pues decir que Después de la gaviota es su libro más importante sería otorgarle un epitafio prematuro a un hombre que en broma optimista afirma: “yo nunca pienso morirme”.
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