En estos días de recorridos poéticos por las revistas
virtuales que le hacen honor a los poetas, encontramos un suelo fértil. Un
suelo en primavera que se abre a la entrada de poemas, que llenan esta tierra.
Y llega nuestra poeta amiga, Rita Martín, con su antología personal para OtroLunes con
20 años de poesía, 20 años de observación de sí misma definiendo en el poema
una historia personal que se transforma común a todos como humanidad.
Como ella misma dice:
“son libros breves” que recorren “épocas y espacios diferentes” que definen un
viaje al interior, una búsqueda de ella misma y del otro… dícese mujer, amor en
crecimiento y muerte. La lectura de su poesía nos lleva a un movimiento de
laberintos donde hay pasillos y paredes, listos a dejarnos pasar o a
detenernos. Rita juega con la vida, y nosotros, siguiéndola,
también jugamos.
Encontré en su lenguaje
el marco exacto de lo que es seguir un ritmo de experiencias, y contadas con la
delicadeza del secreto donde las iniciales de sus previos amores aparecen en
las dedicatorias de los poemas. No conocemos su alfabeto y respetamos su
misterio.
Siendo varios libros Poemas
de nadie en su aspecto antológico, vamos a encontrar, además de la
línea central de la que he hablado, varios temas explorados en su canto: tema
de la soledad, el fijo sentimiento por su Isla, que nunca desaparece detrás de
cada verso; el amor por todos aquellos escritores, músicos y pintores que la han
precedido y que existen en la lectura propia de sus libros y cuyos nombres
aparecen por doquier en su poesía: ellos vienen de todas partes y parecen ser
una sola etnia de palabras: Juan Ramón, Dante, Lecuona, Dickinson, Whitman,
Amelia, Joyce, Virgilio, Lezama. La Habana, un capítulo aparte y constante, su
memoria del vacío; las entregas psicológicas del alma.
Sólo citar de dos
poemas, dos versos, dos flechas que llegaron a mis ojos para colgar sus
imágenes iluminadas: de “He vestido los harapos”: “Dormí tranquila e
invisible/lo humano estaba en mí ya para siempre” (43), y de la serie “Ruegos”,
el número XIII: “Nómbrame para ser/el pan y el horno” (34).
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MAYA ISLAS. Poeta y profesora. Finalista del Premio Letras de Oro en
1986-87 y 1991 con los respectivos poemarios Altazora acompañando a
Vicente, publicado en 1989 y Proyecto irreversible, aun
inédito. Entre sus
publicaciones destacan: Sola… Desnuda... Sin Nombre (1974); Sombras-Papel (1978); La
mujer completa (1985), Merla, edición en español e inglés
(1991); Lifting the Tempest at Breakfast (digital, 2001), Quemando
luces (2004), Jacobo y sus doce hijos, textos basados en las
pinturas de Zurbaran y publicado en la red en el 2007, e Isla… libro
imposible (edición digital 2010) y Canciones asomadas a Rilke (edición
digital 2013). Entre 1985 y 2009 trabajó como consejera en The New School
University, New York. Del 2003 al 2011 se desempeñó como profesora en Baruch
College, en New York, y desde el 2011 enseña clases de escritura creativa en la
Universidad de Houston, Texas.
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Más de Maya Islas en Grafoscopio.
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1 comment:
Querida Rita,
siempre un honor compartir contigo. Unas palabras de recorrido por tu poesía,
Grafoscopio que nos abraza a todos.
suerte siempre, mi querida poeta.
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