El domingo tendrá
lugar el funeral de quien fuera maestro de maestros del mundo y de la Escuela de Ballet Cubano,
fundada por su persona y la también gran maestra de maestros, la genial y
virtuosa bailarina Alicia Alonso.
Sus restos están tendidos en el vestíbulo de la Sala Avellaneda del
Teatro Nacional de Cuba, y será enterrado la tarde del domingo en el cementerio Colón de La Habana. Fernando Alonso merece
que todos los que deben algo a la danza y aquellos que la amen y puedan
asistir, lo acompañen hasta su nueva morada en sus últimos minutos.
Fernando Alonso, nació en La Habana el 27 de diciembre de
1914. Como bailarín hizo estudios en Estados Unidos y continuó en la academia
del bailarín ruso Mijail Mordkin, bailando con su compañía en giras por el
país. Actuó además en Broadway en las comedias musicales Great Lady y Stars
in Your Eyes, entre los años 1938 y 1939, junto a la actriz y cantante Ethel
Merman, la ballerina Tamara Tourmanova y los entonces jóvenes
bailarines Nora Kaye, Maria Karnilova, Donald Sadlres y Jerome Robbins, quienes
llegaron a ser muy famosos.
TCharade y Billy
the Kid. Al año siguiente integró el elenco del Ballet Theater of New York (hoy
American Ballet Theatre), llegó a alcanzar el rango de solista e interpretó
como tal Pedro y el lobo, de Adolf Bolm y Tres vírgenes y el diablo,
de Agnes de Mille. Del mismo modo, interpretó el Mercuccio, en Romeo y
Julieta, de Anthony Tudor, y participó en los ballets de Balanchine, Fokine,
Dolin, Nijinska, Massine y Robbins.
También realizó
estudios en la School of American Ballet con los maestros George Balanchine,
Alexandra Fedorova y Anatole Oboukoff, e integró en 1939 el American Ballet
Caravan, en el cual bailó en las obras de Lew Christensen y Eugene Loring
En los siguientes
años fue contratado por el “American Ballet Caravan”, dirigido por George
Balanchine; el “American Ballet Theatre” y el Ballet Ruso de MonteCarlo.
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